viernes, 23 de octubre de 2015


      El exceso de ejercicio físico provoca envejecimiento prematuro


Exagerar en el deporte hace que produzcas una sobrecarga de radicales libres y tu cuerpo envejezca más rápido.
Conoce los síntomas y cómo prevenirlos.




Hacer ejercicio es una de las actividades que más se disfrutan después de cumplir una jornada laboral de mucho estrés; sin embargo, si nos excedemos en la actividad física, en vez de lograr efectos positivos, podemos llevar a nuestro cuerpo a un envejecimiento prematuro.

Para muestra un botón. ¿Alguna vez te preguntaste por qué los deportistas de alto rendimiento no llevan su profesión más allá de los 45 años? Algunos de ellos sufren envejecimiento prematuro debido a que el ejercicio físico produce una sobrecarga de radicales libres que dañan los distintos tejidos del cuerpo. Por ello, los atletas deben someterse a regímenes de alimentación y descanso más estrictos que el resto de las personas.

El Dr. Ullianov Peralta, gerente de capacitación médica de Industria Farmacéutica Andrómaco, en entrevista con Altonivel.com.mx explica que el envejecimiento es un proceso natural que sucede cuando las células sufren alteraciones a lo largo de la vida; sin embargo, hay factores relacionados con los hábitos alimentación y con la genética que aceleran este proceso.

Radicales libres, culpables del envejecimiento



Una de las principales causas del envejecimiento prematuro es la sobreproducción de radicales libres, moléculas que hacen que nuestro sistema inmunológico funcione correctamente, protegiéndonos contra infecciones, bacterias y virus, entre otras funciones; pero que en exceso generan un desorden en el organismo, y, en el mejor de los casos provocan envejecimiento, y en el peor, graves enfermedades.

El cuerpo está compuesto por diferentes células que a su vez están formados por diferentes moléculas. Esas moléculas constan de átomos que se unen por enlaces químicos. Los átomos tiene protones y electrones, estos últimos pueden compartirse con otros átomos para conseguir máxima estabilidad; pero si se realiza un enlace débil – donde puede quedar un electrón sin pareja- ahí se forma un radical libre.

Los radicales libres son inestables, y reaccionan con facilidad para encontrar el electrón necesario para lograr su estabilidad. Si roban un electrón a otra molécula, esta quedará inestable y se convertirá en un radical libre también. De esta forma, se realiza una cascada de radicales libres, hasta que irrumpen con una célula viva.

Así funcionan los radicales libres en el cuerpo:

Antioxidantes, el enemigo de los radicales libres

Nuestro cuerpo maneja los radicales libres que se producen de manera natural, pero debido a que hay otras fuentes que los generan como son los rayos ultravioleta del sol, la contaminación ambiental, el humo del cigarro, el estrés, la vida sedentaria y el ejercicio desmedido, es importante contrarrestarlos, ya sea controlando el ambiente o a través con una alimentación rica en antioxidantes.

Los antioxidantes ayudan a frenar el proceso de los radicales libres. Una buena forma de consumir antioxidantes es a través de la alimentación con vitaminas C y E, ya que se encargan de neutralizar los radicales donando uno de sus electrones, y poniendo fin a una cadena de robos.

Se recomienda consumir frutos rojos como manzana, fresa, bluberry, uva, pimientos rojos, atún, sardina, salmón y pescados azules ricos en OMEGA 3. Este tipo de alimentación puede erradicar hasta un 30% de los radicales libres que se producen a diario.

¿Pero cómo conseguir más antioxidantes? Existen suplementos alimenticios con propiedades terapéuticas como el Revidox que funcionan como un concentrado de polifenoles, antioxidantes que se obtiene de las plantas y que interactúan con los compuestos del cuerpo, neutralizando los radicales.

¿Cómo notar un envejecimiento prematuro?

La tendencia fisiológica general que se produce durante el proceso del envejecimiento conlleva una tendencia a la atrofia y una disminución de la eficacia funcional.

El proceso de envejecimiento es progresivo y depende de cada persona por lo que los cambios físicos pueden no aparecer en todas las personas y desde luego no en el mismo grado de intensidad.

Los que trataremos a continuación son los más habituales.

Los cambios más llamativos en el proceso de envejecimiento suelen ser los que afectan a la piel, al sistema musculoesquelético y a los órganos de los sentidos. Aunque hay que destacar que todos los sistemas y órganos sufren cambios (el sistema nervioso, el cardiorespiratorio, el digestivo, etc.). 

 

a. Cambios en la piel y anejos.

Se da de forma general una pérdida de elasticidad y una pérdida de agua intracelular. A esto se le puede sumar un adelgazamiento de la piel, una disminución en la producción de ácido hialurónico que, una menor vascularización y una dificultad en la producción de colágeno. Estos cambios fisiológicos originan alteraciones morfológicas como la aparición de arrugas, la flacidez y la sequedad así como cambios funcionales cuando la piel cumple pero su función barrera.

 

Existe también cambios en las uñas que se vuelven en las manos más quebradizas y sin embargo más gruesas en los pies. También hay cambios en el pelo con pérdida de melanina y aparición por tanto de canas, así como mayor caída en algunas personas o un pelo más quebradizo.

 

b. Sistema musculoesquelético.

En lo referente al sistema óseo se produce una descalcificación y un adelgazamiento, pudiendo aumentar el riesgo de fracturas especialmente en las zonas del hueso próximas a la articulación. En la columna vertebral esto es más llamativo con un adelgazamiento de las vértebras así como de los discos intervertebrales (por pérdida de agua y otros cambios) dando lugar a cambios en la estructura corporal (disminución de la altura, etc).



La masa muscular también disminuye pudiendo aparecer una pérdida fuerza en parte también por cambios en el sistema nervioso (adelgazamiento de nervios, pérdida de funcionalidad en la transmisión, etc.).

Algo muy significativo son los cambios en toda la zona del tronco, incluida la espalda, que son fruto de todos esos cambios musculoesqueléticos, y que dan lugar a cambios en el centro gravitatorio de la persona, que se desplaza hacia delante, dando lugar a otros cambios (separación entre los pies para mantener el equilibrio, dificultades en la marcha, etc.).

 



Es importante destacar finalmente los cambios funcionales que esto puede suponer en la marcha por ejemplo: 

   1.Disminución de la longitud de paso y aumento del ancho de apoyo.

2.   Reducción de la cadencia: reducción en la velocidad para conseguir mejorar la seguridad

3.   Incremento en la fase de apoyo bipodal: es decir, el tiempo con los dos pies en contacto simultáneo con el suelo aumenta para ganar estabilidad (de un 25% a un 31% aprox.)

 

 

 

c. Cambios en los órganos de los sentidos



En general los cambios físicos en los órganos (una mayor atrofia, desgaste) dan lugar a cambios en la función con lo que hay pérdidas de visión, oído, capacidad de tacto, etc. 

 

 
 
 
 
 
 
 
 
d. Cambios en el sistema cardiovascular

Los cambios anatómicos cardíacos más destacados serían: Hipertrofia miocárdica. Áreas de fibrosis y aumento del contenido de colágeno en el endocardio. Reducción del número de fibras miocárdicas e hipertrofia de las residuales. Engrosamiento y rigidez de las válvulas cardíacas.

Y a nivel vascular: Las paredes arteriales se hacen más rígidas. Incremento de la relación colágeno/elastina de aorta y grandes vasos. Disminución de la elasticidad de las fibras colágenas                                                       .

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jueves, 22 de octubre de 2015

¿Que es el ejercicio en exceso? 

Antes que nada, debemos entender que el exceso de ejercicio es un trastorno psicológico, que va más allá del gusto o la necesidad de estirar un músculo. Según especialistas, este trastorno refleja algún problema emocional, que puede ser desde una inseguridad sobre el peso, a una depresión.
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Así, la persona se obsesiona con una rutina de ejercicios. Se pasa el tiempo planificando días y horarios en los cuales puede realizar la actividad; y si no está corriendo, se la pasa en el gimnasio, o en los elípticos...
Al igual que otras adicciones, las personas se aíslan de su entorno, porque se pasan la mayor pare de su tiempo en el gimnasio o el parque. Y como todos estos trastornos, las respuestas acaban en mentiras, y en realizar la actividad a escondidas.

¿Que debemos entender por ejercicio?

Una multitud de funciones se producen cuando hacemos ejercicio, la mayoría de ellas beneficiosas. Se acelera el corazón, los pulmones y tu trabajo, y la fatiga de los músculos. Incluso la sudoración sirve para un propósito. Aunque algunos efectos pueden ser incómodos, todos ellos son necesarios.  

Resultado de imagen para el ejercicio y la saludDurante la práctica deportiva, hay que prestar especial atención a cómo se realiza esta función. En actividades cíclicas, continuas y prolongadas propias de deportes de resistencia (natación, jogging, etc) debe mantenerse una respiración relajada y profunda. No debemos forzar los músculos inspiradores incrementando la frecuencia ya que nos veríamos obligados a abandonar la actividad a los pocos minutos.

Respuesta hormonal al hacer ejercicio:



Resultado de imagen para el ejercicio y respuestas hormonales
Innumerables respuestas se producen cuando hacemos ejercicio, tales como la respuesta adrenal, que promueve la liberación de catecolaminas, o las hormonas producidas por las glándulas adrenales. La adrenalina o epinefrina, acelerará el tiempo de reacción y la quema de grasas. Si estás entrenando con bastante intensidad, el cuerpo va a responder mediante la producción de testosterona para reparar las fibras musculares. Si estás entrenando durante más tiempo, el cuerpo liberará cortisol extra, el cual romperá el tejido muscular para obtener energía y almacenar grasa.

Dificultades para respirar después de hacer ejercicio:

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Más allá de las razones naturales, como el exceso de ejercicio o la reacción que tu cuerpo tiene al hacer ejercicio, la verdadera dificultad para respirar después del ejercicio es generalmente el resultado de dos problemas. La primera, el asma inducido por el ejercicio, o la bronco-constricción, que es una condición en la cual sufres síntomas similares a los de los ataques de asma como resultado del ejercicio vigoroso. Los síntomas alcanzan su punto máximo entre los 10 y los 15 minutos después del ejercicio y son el resultado de que las vías respiratorias constreñidas dificultan la respiración y causan sibilancias, tos y dolor torácico. La segunda condición, la enfermedad pulmonar obstructora crónica (COPD por su sigla en inglés), que es el resultado del deterioro de los pulmones y la producción excesiva de moco que dificulta la respiración.



Factores de riesgo:


Tus factores de riesgo y problemas pasados ​te pueden dar más pistas sobre lo que está causando que tengas una respiración dificultosa después del ejercicio. Si tienes sobrepeso o ya has sido diagnosticado con asma, es más probable que sufras de ataques de asma provocados por el ejercicio. Sin embargo, aquellos que no han sido diagnosticados con asma pueden sufrir de asma inducido por el ejercicio.  
Resultado de imagen para el ejercicio y factores de riesgo El ejercicio y las condiciones ambientales pueden agravar tus síntomas, especialmente el aire seco, el frío, los vapores o los contaminantes fuertes y otros alergenos. Si has sido diagnosticado con bronquitis crónica o a menudo estás expuesto a gases o vapores o eres un fumador, la COPD es la causa más probable. Si simplemente tienes sobrepeso o no has hecho ejercicio en mucho tiempo, la pérdida del aliento puede ser el resultado del exceso de ejercicio y de una reacción natural a una mayor necesidad de sangre oxigenada en tu cuerpo.

miércoles, 21 de octubre de 2015

LOS PELIGROS DE HACER MUCHO EJERCICIO FISICO
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La práctica excesiva de ejercicio físico puede ocasionar lesiones, si no paras de ejercitar tu cuerpo, las articulaciones y los ligamentos no pueden descansar, están siempre sobre exigidos, con lo cual aumentas el riesgo de padecer fracturas y fisuras.
Si no te alimentas bien y practicas mucho ejercicio, puedes desnutrirte y perder masa muscular.
Aunque parezca mentira, el corazón se debilita con el ejercicio en exceso, no hay que olvidar que es un músculo.
El exceso de ejercicio de alta intensidad puede aumentar el riesgo de muerte a causa de un ataque al corazón o un derrame cerebral en pacientes con enfermedad cardíaca existente.
Si tu cuerpo esta extenuado, tu sistema de defensas baja y caes en riesgo de contraer alguna enfermedad.
En las mujeres, la ausencia de la regla indica un cuadro de amenorrea, algo bastante frecuente en casos de exceso de ejercicio físico, lo que podrías conllevar a la perdida ósea.
Otra de las consecuencias de hacer mucho ejercicio es que puedes sufrir trastornos del sueño, ya que el ejercicio excesivo acelera el cuerpo y la mente, es como si nunca pararas, por lo que es normal que se sufra de insomnio.
Finalmente, ejercitarse en exceso puede ocasionar irritabilidad, depresión y baja autoestima.

¿Cómo disminuir las consecuencias del exceso de ejercicio?

Puedes disminuir las consecuencias del exceso de ejercicio si eres consciente de que realmente te estás pasando en las horas que dedicas a ejercitarte sin ser un atleta, y también si asumes que el ejercicio se ha convertido en el centro de tu vida y que cuando no puedes hacer tu rutina hasta te sientes culpable.
  • Enfocate en la realidad, ¿para qué quieres hacer ejercicio? Por bienestar y salud, estaría bien que lo hicieras de 3 a 4 veces por semana, 1 hora cada vez.
  • No te extralimites, cuando te sientas cansada, omite la sesión, no pasa nada, es necesario estar atenta al cuerpo y escuchar lo que necesita.
  • Disminuye la intensidad del ejercicio cuando creas que estás propensa a lesionarte.

Es importante recordar que el ejercicio debe producir bienestar, no sufrimiento. Si se convierte en un sacrificio, a menos que sea parte de un tratamiento para bajar de peso, es mejor que lo hables con un profesional.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Rachel y su equipo de animadoras practican entre tres y cinco veces por semana. Rachel siente mucha presión para mantener su peso bajo; como líder de las animadoras, desea ser un ejemplo para el equipo. Por ello, diariamente, añade entrenamientos adicionales a su régimen. Sin embargo, recientemente, se ha sentido agotada y le ha costado mucho soportar un entrenamiento regular con el equipo.
Uno piensa que nunca se cansa de hacer cosas buenas, pero en el caso del ejercicio físico, una actividad saludable puede, a veces, transformarse en una compulsión malsana. Rachel es un buen ejemplo de cómo un énfasis excesivo en el ejercicio físico o el control del peso pueden volverse dañinos. Sigue leyendo para informarte sobre el ejercicio compulsivo y sus efectos.

¿El exceso de lo bueno?

Todos conocemos los beneficios del ejercicio y parece que, adondequiera que vayamos, oímos decir que debemos ejercitarnos más. Cuando se practica el tipo correcto de ejercicio, se logran grandes objetivos a nivel de cuerpo y espíritu: La actividad física fortalece el corazón y los músculos, reduce la grasa corporal y disminuye el riesgo de padecer muchas enfermedades.
Muchos adolescentes que realizan deporte tienen autoestima más elevada que sus compañeros menos activos y el ejercicio puede, incluso, mantenerlos más contentos a causa de la inundación de endorfinas que el ejercicio provoca. Las endorfinas son sustancias químicas que alivian el dolor naturalmente y mejoran el estado de ánimo. Estas sustancias químicas se liberan en el cuerpo tras hacer ejercicio y durante este, y cumplen una función muy importante para ayudar a controlar el estrés.
Por eso uno se pregunta, ¿cómo es que algo que tiene tantos beneficios puede tener el potencial de dañarnos?

Por qué existen personas que hacen demasiado ejercicio físico?

Muchas personas comienzan a practicar ejercicio porque es divertido o porque les da placer. No obstante, el ejercicio puede tornarse un hábito compulsivo cuando se realiza por razones inadecuadas.
Algunas personas comienzan a ejercitarse para bajar de peso. Si bien el ejercicio físico forma parte de una rutina segura y saludable para controlar el peso, muchas personas pueden tener expectativas que no son realistas. A través de los anuncios, recibimos un constante bombardeo de imágenes sobre el cuerpo ideal: joven y delgado para las mujeres; fuerte y musculoso para los hombres. Para intentar alcanzar esos ideales no razonables, muchas personas comienzan dietas y algunas incluso desarrollan trastornos de la alimentación como bulimia y anorexia. Y las personas que se frustran con los resultados de las dietas se entregan al ejercicio excesivo para acelerar la pérdida de peso.
Incluso, algunos atletas pueden pensar que el ejercicio reiterado les ayudará a ganar una competencia importante. Al igual que Rachel, estas personas añaden ejercicios extra a su rutina programada regularmente con sus equipos sin consultar con sus técnicos ni entrenadores. La presión para alcanzar el éxito puede llevar a que estas personas ejerciten demasiado hasta el punto en que deja de ser saludable. El cuerpo necesita actividad, aunque también necesita descanso. El ejercicio excesivo puede causar lesiones como fracturas por estrés o distensiones musculares.

¿Tú eres deportista saludable?

Los expertos en actividad física recomiendan que los adolescentes realicen, como mínimo, 60 minutos de ejercicio físico moderado a vigoroso todos los días. La mayoría de las personas jóvenes se ejercitan mucho menos de la cantidad recomendada (lo cual puede resultar un problema por diferentes motivos) pero algunos, como los atletas, ejercitan más.
Los expertos aseveran que el ejercicio reiterativo que supera los requisitos de una buena salud es un indicio de un comportamiento compulsivo. Algunas personas necesitan realizar más ejercicio que el habitual, por supuesto, como los atletas que se preparan para una gran competencia. Sin embargo, numerosos entrenamientos en el día, todos los días, cuando una persona no se está entrenando para competir, es señal de que esa persona está ejercitando en forma excesiva.
Las personas que son dependientes de la actividad física, por lo general, se van al extremo de priorizar el ejercicio en sus vidas. Si los entrenamientos son más importantes que los amigos, la casa y otras responsabilidades, puede que esté desarrollando una dependencia hacia el ejercicio.

Señales de ejercicio compulsivo

Si te preocupan tus hábitos de ejercicio o los de algún amigo, hazte estas preguntas: ¿Tú...
  • te obligas a hacer ejercicio, incluso si no te sientes bien?
  • prefieres hacer ejercicio en lugar de reunirse con amigos?
  • te enojas si te pierdes un entrenamiento?
  • basas la intensidad del ejercicio en lo que comes?
  • tienes problemas para quedarte sentado porque crees que no estás quemando calorías?
  • te preocupas por el aumento de peso si un día no haces ejercicio?
Si la respuesta a todas estas preguntas es sí, tú o tu amigo pueden tener un problema.

jueves, 8 de octubre de 2015


Consecuencias del Ejercicio en exceso

Cuando decidimos hacer ejercicio nos motiva alcanzar una meta: adelgazar, mejorar nuestro estado físico, entrenar para un evento deportivo y lograr un mejor rendimiento. También puede motivarnos el deseo de una mejor calidad de vida.


Todo ello es válido y positivo, pero el sobre entrenamiento es la consecuencia de intensificar la rutina de ejercicios de forma desmedida y llevar el esfuerzo por encima de los límites de nuestra resistencia física
Lo primero que notaremos es una notoria merma de nuestro rendimiento, además de un incremento de la frecuencia cardíaca, sobre todo a las mañanas, luego de haber descansado. Hay otras señales de sobre entrenamiento que debes atender.

Lesiones

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El más doloroso de esos síntomas son las lesiones permanentes. El sobreentreanmiento, en determinados deportes o actividades, puede provocar tendinitis. Incluso, existe posibilidad de fracturas por estrés óseo, debido a la pérdida masa ósea.

Pérdida de peso

Bajar de peso sin quemar grasa es común en casos de sobre entrenamiento. Se debe a la atrofia muscular, ya que las fibras de los músculos se desgarran y la recuperación es lenta, lo que termina por debilitar al cuerpo. Asimismo, se dan casos de pérdida de apetito, que tiene sus obvias consecuencias.


Dolor persistente

El exceso de ejercicio puede disminuir nuestra capacidad de recuperación y provocar dolor, que hasta puede volverse crónico, ya que persiste aún días después de cumplir con la rutina de ejercicio. Son comunes las contracturas musculares y el dolor en las articulaciones.

Fatiga crónica

El sobre entrenamiento puede conducir a casos de fatiga crónica. Es posible sentir cansancio extremo, falta de energía y llegar casos de insomnio. Es un círculo vicioso, ya que la falta de descanso provoca cambios en el metabolismo, además de la incapacidad de recuperarse a tiempo de las demandas del ejercicio físico.

Enfermedades

Otra de las señales de sobre entrenamiento son las persistentes enfermedades y casos de infecciones respiratorias. Todo ello se debe a que el sistema inmune se ve muy reducido en su capacidad de combatir las enfermedades, ocasionado por la fatiga crónica, la falta de descanso y otros factores derivados de hacer ejercicio en exceso.