El exceso de ejercicio físico provoca
envejecimiento prematuro
Exagerar
en el deporte hace que produzcas una sobrecarga de radicales libres y tu cuerpo
envejezca más rápido.
Conoce
los síntomas y cómo prevenirlos.
Para muestra un botón. ¿Alguna vez te preguntaste
por qué los deportistas de alto rendimiento no llevan su profesión más allá de
los 45 años? Algunos de ellos sufren envejecimiento prematuro debido a que el
ejercicio físico produce una sobrecarga de radicales libres que dañan
los distintos tejidos del cuerpo. Por ello, los atletas deben someterse
a regímenes de alimentación y descanso más estrictos que el resto de las
personas.
El Dr. Ullianov Peralta, gerente de capacitación
médica de Industria
Farmacéutica Andrómaco, en entrevista con Altonivel.com.mx
explica que el envejecimiento es un proceso natural que sucede cuando las
células sufren alteraciones a lo largo de la vida; sin embargo, hay factores
relacionados con los hábitos alimentación y con la genética que aceleran este
proceso.
Radicales
libres, culpables del envejecimiento
Una de las principales causas del envejecimiento
prematuro es la sobreproducción de radicales libres, moléculas que hacen que
nuestro sistema inmunológico funcione correctamente, protegiéndonos contra
infecciones, bacterias y virus, entre otras funciones; pero que en exceso generan
un desorden en el organismo, y, en el mejor de los casos provocan
envejecimiento, y en el peor, graves enfermedades.
El cuerpo está compuesto por diferentes células que
a su vez están formados por diferentes moléculas. Esas moléculas constan de
átomos que se unen por enlaces químicos. Los átomos tiene protones y
electrones, estos últimos pueden compartirse con otros átomos para conseguir
máxima estabilidad; pero si se realiza un enlace débil – donde puede quedar un
electrón sin pareja- ahí se forma un radical libre.
Los radicales libres son inestables, y reaccionan
con facilidad para encontrar el electrón necesario para lograr su estabilidad.
Si roban un electrón a otra molécula, esta quedará inestable y se convertirá en
un radical libre también. De esta forma, se realiza una cascada de radicales
libres, hasta que irrumpen con una célula viva.
Así funcionan los radicales libres en el cuerpo:
Antioxidantes,
el enemigo de los radicales libres
Nuestro cuerpo maneja los radicales libres que se
producen de manera natural, pero debido a que hay otras fuentes que los
generan como son los rayos ultravioleta del sol, la contaminación
ambiental, el humo del cigarro, el estrés, la vida sedentaria y el
ejercicio desmedido, es importante contrarrestarlos, ya sea controlando el
ambiente o a través con una alimentación rica en antioxidantes.

Los antioxidantes ayudan a frenar el proceso
de los radicales libres. Una buena forma de consumir antioxidantes es a través
de la alimentación con vitaminas C y E, ya que se encargan de
neutralizar los radicales donando uno de sus electrones, y poniendo fin a una
cadena de robos.
Se recomienda consumir frutos rojos como manzana,
fresa, bluberry, uva, pimientos rojos, atún, sardina, salmón y pescados azules
ricos en OMEGA 3. Este tipo de alimentación puede erradicar hasta un 30% de los
radicales libres que se producen a diario.
¿Pero cómo conseguir más antioxidantes? Existen
suplementos alimenticios con propiedades terapéuticas como el Revidox que
funcionan como un concentrado de polifenoles, antioxidantes que se obtiene de
las plantas y que interactúan con los compuestos del cuerpo, neutralizando los
radicales.
¿Cómo
notar un envejecimiento prematuro?

El proceso de envejecimiento es progresivo y
depende de cada persona por lo que los cambios físicos pueden no aparecer en
todas las personas y desde luego no en el mismo grado de intensidad.
Los que trataremos a continuación son los más
habituales.
Los cambios más llamativos en el proceso de
envejecimiento suelen ser los que afectan a la piel, al sistema
musculoesquelético y a los órganos de los sentidos. Aunque hay que destacar que
todos los sistemas y órganos sufren cambios (el sistema nervioso, el
cardiorespiratorio, el digestivo, etc.).
a. Cambios en la piel y anejos.
Se da de forma general una pérdida de elasticidad y
una pérdida de agua intracelular. A esto se le puede sumar un adelgazamiento de
la piel, una disminución en la producción de ácido hialurónico que, una menor
vascularización y una dificultad en la producción de colágeno. Estos cambios
fisiológicos originan alteraciones morfológicas como la aparición de arrugas,
la flacidez y la sequedad así como cambios funcionales cuando la piel cumple
pero su función barrera.
Existe también cambios en las uñas que se vuelven
en las manos más quebradizas y sin embargo más gruesas en los pies. También hay
cambios en el pelo con pérdida de melanina y aparición por tanto de canas, así
como mayor caída en algunas personas o un pelo más quebradizo.
b. Sistema musculoesquelético.
En lo referente al sistema óseo se produce una
descalcificación y un adelgazamiento, pudiendo aumentar el riesgo de fracturas
especialmente en las zonas del hueso próximas a la articulación. En la columna
vertebral esto es más llamativo con un adelgazamiento de las vértebras así como
de los discos intervertebrales (por pérdida de agua y otros cambios) dando
lugar a cambios en la estructura corporal (disminución de la altura, etc).
La masa muscular también disminuye pudiendo
aparecer una pérdida fuerza en parte también por cambios en el sistema nervioso
(adelgazamiento de nervios, pérdida de funcionalidad en la transmisión, etc.).
Algo muy significativo son los cambios en toda la
zona del tronco, incluida la espalda, que son fruto de todos esos cambios
musculoesqueléticos, y que dan lugar a cambios en el centro gravitatorio de la
persona, que se desplaza hacia delante, dando lugar a otros cambios (separación
entre los pies para mantener el equilibrio, dificultades en la marcha, etc.).
Es importante destacar finalmente los cambios
funcionales que esto puede suponer en la marcha por ejemplo:
1.Disminución de la longitud de
paso y aumento del ancho de apoyo.
2. Reducción de la cadencia:
reducción en la velocidad para conseguir mejorar la seguridad
3. Incremento en la fase de apoyo
bipodal: es decir, el tiempo con los dos pies en contacto simultáneo con el
suelo aumenta para ganar estabilidad (de un 25% a un 31% aprox.)
c. Cambios en los órganos de los sentidos
En general los cambios físicos en los órganos (una
mayor atrofia, desgaste) dan lugar a cambios en la función con lo que hay
pérdidas de visión, oído, capacidad de tacto, etc.
d. Cambios en el sistema cardiovascular
Los cambios anatómicos cardíacos más destacados
serían: Hipertrofia miocárdica. Áreas de fibrosis y aumento del contenido de
colágeno en el endocardio. Reducción del número de fibras miocárdicas e
hipertrofia de las residuales. Engrosamiento y rigidez de las válvulas
cardíacas.
Y a nivel vascular: Las paredes arteriales se hacen
más rígidas. Incremento de la relación colágeno/elastina de aorta y grandes
vasos. Disminución de la elasticidad de las fibras colágenas
.